Alegría.
Estas últimas semanas casi me había olvidado del asunto VIH, pues de pronto me llegó una magnífica oportunidad de empleo y con ello una serie de cambios y de actividades frenéticas... he sido muy feliz y le doy gracias a Dios, al Universo, a todos...
Desde hace tiempo me sentía tan devaluado, con un empleo mal pagado y sin ninguna seguridad, un automóvil que requiere costosas reparaciones y para colmo "la noticia"; prácticamente vivía sin ninguna ilusión, sin hacer planes, sin esperanzas. Pero este trabajo nuevo todo lo cambió, ahora siento que puedo hacer frente a mis necesidades más urgentes y esto me hace sentirme seguro.
Miedo.
Esta es la emoción que inmediatamente se hace presente en mí cada vez que me acuerdo de que soy seropositivo. Es inevitable. Apenas lo recuerdo, siento escalofríos, mi corazón se acelera y mi cuerpo tiembla. Aunque sé que estoy sano y mi conteo resultó satisfactorio, por alguna razón me veo a mí mismo frágil y absolutamente vulnerable. Apenas estoy recuperando las fuerzas.
Es por eso que cada vez que oigo en la TV una noticia acerca de la influenza, siento pavor. Al principio las escuchaba, ahora cambio de canal; no quiero saber cuántas personas han muerto, pues este tipo de conocimientos en la actualidad no me hacen bien.
Ayer vi que una tienda local ofrecía la vacuna y aplicación en su departamento de farmacia, así que sin pensarlo fui inmediatamente a que me la aplicaran. La enfermera me dijo que si mis defensas estaban altas no me pasaría nada, y si estaban bajas, quizá me daría fiebre y un poco de gripe. Pero pasé la noche muy bien y sigo bien, así que creo que todo está bien. Gracias a Dios.
Ahora, a esperar que esté disponible la otra vacuna, contra la A1NH1. Y a tener mucho cuidado, alimentarse bien, evitar en lo posible los sitios concurridos en esta temporada invernal. Me siento un poco mejor pero la preocupación sigue ahí.
Ricky Gervais
3 years ago